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sábado, 28 de julio de 2012

Saints and Soldiers

El cine bélico moderno, cuando incluye escenas o historias sobre las sensaciones y situaciones a las que se pueden enfrentar soldados,  suele obtener resultados creibles, al alejarse de la mera propaganda; aun cuando como en éste caso, el conjunto de la historia que relata -desde la óptica meramente historicista- no resulte finalmente veraz. Precisamente, en ésta predominan las historias y situaciones de los protagonistas sobre el hecho bélico en sí, aunque no faltan por ello los momentos de acción y lucha propios de dichas historias. 

TÍTULO ORIGINAL Saints and Soldiers
AÑO 2003




DIRECTOR Ryan Little
GUIÓN Geoffrey Panos & Matt Whitaker
MÚSICA Bart Hendrickson
FOTOGRAFÍA Ryan Little
REPARTO Corbin Allred, Larry Bagby, Kirby Heyborne, Peter Asle Holden, Alexander Polinsky
PRODUCTORA Go Films
WEB OFICIAL http://www.saintsandsoldiers.com/


SINOPSIS 1944, Segunda Guerra Mundial. Varios prisioneros americanos consiguen escapar de las tropas alemanas refugiándose en los nevados bosques. Una vez allí los 4 soldados se encuentran con un paracaidista británcio que posee información crucial que debe llegar cuanto antes al mando aliado. El problema es que para entregar la información deberán atravesar las líneas enemigas.


La Película arranza con la masacre de Malmedy, crimen de guerra llevado a cabo contra prisioneros desarmados norteamericanos que fueron ejecutados por sus captores. La masacre fue cometida el 17 de diciembre de 1944 por la Kampfgruppe Peiper (parte de la 1ª División SS Panzer), una unidad de combate alemana participante en la Operación Watch on the Rhine de la Ofensiva de las Ardenas de 1944. 

Primera victoria


Muy buena pelicula del viejo Otto con un planten de actores de gran fama y maestría como John Wayne, Kirk Douglas, Tom Tryon, Brandon de Wilde (aquí ya un joven de unos 18 años que se hizo famoso por su papel de niño en el western "Raices profundas"), Dana Andrews, Henry Fonda, Patricia Neal o la preciosa y estupendísima de físico Paula Prentiss. Película bélica en blanco y negro con unas tomas exteriores en playas, puertos, mares, de auténtica contemplación.



El argumento parte del ataque nipón a Pearl Harbour y por tanto del incio de la Guerra sobre todo marítima del Pacífico entre Japón y EE.UU. en los años cuarenta del siglo XX. Pero lo bueno es que no se queda sólo en lo bélico, aborda historias personales como la del Almirante que tiene a un hijo entre los jóvenes oficiales a su mando y no lo sabe hasta que una enfermera se lo dice. O el oficial de confianza del almirante protagonista, hombre rudo y vividor que gusta de las mujeres y de la guerra como un auténtico guerrero, capaz de cometer delitos de faldas y también la heroicidad de un valiente.

En fin una película muy entretenida y agradable de ver; por supuesto, dramática y con pocos toques de dulzonería que rebajen su realismo.

Aunque esté John Wayne a la cabeza, no es una película que ridiculice al ejercito japonés ni tampoco ensalza demasiado el honor americano en la batalla. Algo que hemos visto muchas veces. (No es por desmerecer al bueno de Wayne, pero sabiendo como pensaba en temas políticos y de guerras...)

Los dos personajes principales están muy bien profundizados. John Wayne, honorable como siempre, es degradado a capitán mientras mantiene un idilio con una enfermera (Patricia Neal), que a su vez conoce a su hijo (Brandon de Wilde).

Kirk Douglas sigue siendo tan hijo de puta como en la mayoría de sus películas, quizás eso es lo que hace de él un actor tan peculiar y llamativo.

El resto de actores también están muy bien. Destacar la presencia del gran Henry Fonda, que lo poco que sale siempre aporta un aire fresco a la película.

Las escenas de acción están muy cuidadas y los exteriores rodados en Hawai son bastante bellos. La música de Jerry Goldsmith hace el resto.




TÍTULO ORIGINAL In Harm's Way
AÑO 1965




DIRECTOR Otto Preminger
GUIÓN Wendell Hayes
MÚSICA Jerry Goldsmith
FOTOGRAFÍA Loyal Griggs
REPARTO John Wayne, Kirk Douglas, Patricia Neal, Tom Tryon, Paula Prentiss, Brandon de Wilde, Burgess Meredith, Henry Fonda, Dana Andrews, Franchot Tone, Slim Pickens, George Kennedy, Bruce Cabot
PRODUCTORA Paramount Pictures
PREMIOS 1965: Nominada al Oscar: Mejor fotografía (Blanco & Negro)


SINOPSIS El capitán Rockwell Torrey y el comandante Paul Eddington forman parte de un destacamento de la Marina americana cuya misión es responder al ataque perpetrado por los japoneses contra la base americana de Pearl Harbor. Torrey, enamorado de la enfermera Maggie Haynes, intenta mejorar la distante y tensa relación con su hijo Jeremiah, un joven oficial de la Marina.

Treinta segundos sobre Tokio


Rodada cuando Europa padecía la segunda guerra mundial y Estados Unidos se enfrentaba a Japón, y seguramente será por este motivo, esta película contiene algunas dosis de propaganda y espíritu militarista, no obstante merece verse, pues la historia es interesante, tiene un aceptable guión y mantiene el interés pese a su largo metraje.


Es de destacar, como lo mejor del film, las secuencias del bombardeo sobre Tokyo, filmadas en su mayor parte a base de transparencias, pero con un resultado óptimo que obtuvo un Oscar de la Academia a los efectos especiales. Mervyn LeRoy consigue así una obra bastante aceptable. Van Johnson realiza una buena interpretación y soporta el mayor peso de esta historia, no siendo así el caso de Spencer Tracy y Robert Mitchum, pues sus papeles son muy secundarios y de cortas apariciones.


Creo interesante destacar que la copia que actualmente (Año 2010) se está comercializando en España, contiene la versión española (doblaje) realizada en Latinoamérica, lo cual se debería anunciar en la carátula del DVD, pues al menos en España no deja de resultar chocante, con la larga experiencia en doblajes de alta calidad que existe, encontrar una película de estas características con expresiones y acentos que no corresponden a un doblaje en castellano, por lo tanto aconsejo personalmente la versión original en inglés, pues gana bastante con esta opción en su realismo.



TÍTULO ORIGINAL Thirty Seconds over Tokyo
AÑO 1944




DIRECTOR Mervyn LeRoy
GUIÓN Dalton Trumbo
MÚSICA Herbert Stothart
FOTOGRAFÍA Harold Rosson (B&W)
REPARTO Spencer Tracy, Van Johnson, Robert Walker, Robert Mitchum, Phyllis Thaxter, Scott McKay, Stephen McNally
PRODUCTORA Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / United Artists
PREMIOS 1944: Oscar: Mejor efectos especiales. 2 nominaciones


SINOPSIS Minucioso relato de la misión que, en represalia por el ataque de Pearl Harbor, realizó una cuadrilla de bombarderos del ejército norteamericano sobre Tokio. Tras el bombardeo, los soldados tuvieron que huir a pie hacia China.
CRÍTICAS ----------------------------------------
En plena Segunda Mundial fueron numerosos los directores americanos que cantaron las alabanzas del ejército americano en la gran pantalla. Según la crítica americana, "Thirty Seconds Over Tokyo", con reparto técnico y artístico de lujo, sea quizá la mejor película bélica realizada durante el propio conflicto.

The Battle of Midway (John Ford) 1942


El maestro Ford rodó, con imágenes reales de la batalla de Midway, este documental propagandístico de las tropas de Estados Unidos durante sus combate contra Japón, en la Segunda Guerra Mundial.

El mas o menos entendido sobre este encuentro bélico en el Pacifico, en las islas Midway, sabrá que la victoria de los Estados Unidos frente a la, en ese momento, todopoderosa Armada Imperial Japonesa supuso el cambio total del conflicto en ese frente, el momento en que la U.S Navy empezó a provocar el repliegue paulatino de Japón, hasta derrotarla totalmente en 1945.

Pues el cortometraje que se nos presenta trata ni mas ni menos que de eso, ademas con imágenes reales de gran valor histórico. Podrá parecer patriótico, rancio, americanada, si, lo es, pero en ese momento el pueblo americano, y en general, las democracias occidentales, necesitaban tener la moral alta frente a la guerra, pues hasta ese momento, en 1942, las tropas del Eje, con la Alemania Nazi a la cabeza, estaban venciendo en todos los frentes posibles. Por eso se realizó este documental, la gente necesitaba creer en la victoria de los Aliados y en la derrota de la tiranía.

Si es cierto que es propaganda bélica pura y dura, pero también es cierto, que en la época era sumamente necesaria y la victoria de la Armada de los Estados Unidos de América frente a la armada Imperial Nipona, es uno de los hechos que marcan el giro de la contienda a favor de la causa aliada, junto con la batalla de El Alameín por parte de las tropas de la Commonwelth y del Imperio Británico frente a los nazis y la de los soviéticos en Stalingrado.


Cualquier persona con sentido común, verá que era una cinta necesaria en una época de penuria y que además resulta toda una curiosidad histórica por las escenas de combates reales y que es lo que usaba el gobierno de los EEUU para mantener la moral del pueblo estadounidense.

Esta cinta es una propaganda estadounidense camuflada de documental.

Una voz en off nos narra los acontecimientos del ataque japonés a Midway sucedido en junio de 1942, pero de fondo lo que se busca es levantar el ego norteamericano con una cinta tendenciosa que obviamente muestra las honorables características de la armada de los USA: la lúcida capacidad estratégica, el heroísmo y valentía, la convicción y la determinación para ir al frente y la atroz malignidad nipona.

Sumamente parcial, bien sensiblero, poco absorbente para aquellos que no nos interesa ver una versión tendenciosa de un episodio bélico que en nada nos repercute a quienes no somos estadounidenses.

Lo valioso es que las tomas son reales y hechas por camarógrafos militares, por ello sí posee un valor histórico para aquellos que tengan sentimientos comprometidos en este acontecimiento bélico.

TÍTULO ORIGINAL The Battle of Midway (S)
AÑO 1942




DIRECTOR John Ford
GUIÓN John Ford, Dudley Nichols, James Kevin McGuinness
MÚSICA Alfred Newman
FOTOGRAFÍA John Ford (B&W)
REPARTO Documentary
PRODUCTORA The United States Navy / Twentieth Century-Fox Film Corporation


PREMIOS 1942: Oscar: Mejor documental


SINOPSIS Cortometraje documental (ganador del Oscar en 1943) que muestra imágenes reales del ataque japonés a Midway sucedido en junio de 1942. La batalla finalizó con la victoria a favor de la marina estadounidense, que destruyó 28 barcos de guerra, 300 aviones nipones y cuatro portaaviones del ejército japonés.

Producido por la Marina de los Estados Unidos, el documental es de dominio público y puede verse gratuitamente a través de Internet, estando también disponible en portales como Youtube (pincha sobre vel enlace)


Midway


Unos Estados Unidos en plena economía de guerra pero aún no preparada del todo se enfrentó a la Armada Imperial japonesa que habían ganado todas las guerras desde 1905 cuando derrotaron a la Rusia zarista. Esta fue además la última batalla ganada en inferioridad numérica y técnica por parte de los norteamericanos de su historia, a partir de este momento siempre tendrían ventajas comparativas sea cual fuere el conflicto que se tratase. No digo que Estados Unidos hubiera perdido la SGM en caso de haber sido derrotado en Midway, pero puedo asegurar que no la hubiese ganado. Al perder el control absoluto del Pacífico, la cadena de desastres hubiera sido tremenda, ya que Hawaii hubiera caído inmediatamente y toda la costa oeste de Estados Unidos no hubiera tenido ninguna defensa naval de importancia contra los portaaviones japoneses. Es decir, la guerra la hubieran sufrido en su casa y hubieran tenido que firmar la paz, dejando a Europa sola contra los nazis. Fíjense si fue importante Midway. En cambio el resultado fue al contrario. Las fuerzas aéreas y navales japonesas quedaron tan diezmadas, que ya todo era cuestión de tiempo, sólo eso.


Y así ocurrió. Notabilísima película bélica, de esa gran década que es para ese género los años setenta –entre la visión de la guerra Blancanieves de los sesenta o la rambiana de los ochenta-, dirigida por Jack Smight, al que el propio Charlton Heston recomendó a la Universal después de haber trabajado con él en “Aeropuerto 75” y donde se nos muestra de forma encomiable todos los detalles de lo que es la estrategia y la táctica militar, además con unas escenas de acción espléndidas para la época.


Con un reparto de campanillas, quizás algo desaprovechado –por ejemplo James Coburn, o Robert Mitchum sólo salen en un par de escenas-, la película incorpora imágenes reales de la época con otras de ficción entrelazadas con gran mérito, además de la música de John Williams perfecta para el ambiente. Quizá la historia de amor entre la japonesa y el hijo de Heston sea poco apropiada y le reste seriedad al film, pero se trataba de darle un aire más humano y hablar del conflicto sin rencor, y lo consigue, porque a los japoneses se les trata muy dignamente, muy por encima de lo que es el cine bélico habitual. No se pierdan estas dos horas que reproduce la batalla que pudo cambiar la historia.




TÍTULO ORIGINAL Midway
AÑO 1976




DIRECTOR Jack Smight
GUIÓN Donald S. Sanford
MÚSICA John Williams
FOTOGRAFÍA Harry Stradling Jr.
REPARTO Charlton Heston, Edward Albert, Henry Fonda, James Coburn, Glenn Ford, Robert Mitchum, Toshiro Mifune, Hal Holbrook, Cliff Robertson, Robert Wagner
PRODUCTORA Universal Pictures


SINOPSIS Segunda Guerra Mundial. En el verano de 1942 empezó la guerra naval, en la que norteamericanos y japoneses se enfrentaron por el dominio del Pacífico. Mientras la flota de portaaviones japoneses luchaba para tomar Midway y destruir las naves enemigas, las fuerzas estadounidenses, formadas por tres portaaviones y numerosos barcos de apoyo, intentaban resistir el envite.

La patrulla del coronel Jackson


Película que trata sobre un coronel yanqui de nombre Jackson (interpretado por John Wayne) que junto a un capitán filipino (interpretado por Anthony Quin, actor de rasgos multirraciales que le capacitaban para hacer de filipino, de esquimal, de mongol, de mexicano, de indio navajo, de griego, etc., etc. y parecerlo en verdad) se dedican a hacer guerra de guerrillas en suelo filipino, aglutinando a los civiles y matando por sorpresas a los japoneses que habían invadido la isla; despejando así el terreno para el posterior desembarco que tendría lugar de las tropas norteamericanas. 


TÍTULO ORIGINAL Back to Bataan
AÑO 1945




DIRECTOR Edward Dmytryk
GUIÓN Ben Barzman, Richard H. Landau. (Historia Original: Aeneas Mac Kenzie, William Gordon)
MÚSICA Roy Webb
FOTOGRAFÍA Nicholas Musuraca (B&W)
REPARTO John Wayne, Anthony Quinn, Beulah Bondi, Fely Franquelli, Richard Loo, Philip Ahn, Alex Havier, 'Ducky' Louie, Lawrence, Tierney, Leonard Strong, Paul Fix, Abner Biberman
PRODUCTORA RKO Radio Pictures


SINOPSIS Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Después de la caída de Filipinas en manos de los japoneses, el Coronel norteamericano Joseph Madden se queda para organizar la lucha de los guerrilleros contra los invasores.

Destino Tokyo


Durante la Segunda Guerra Mundial, un submarino americano es enviado a una peligrosa misión secreta que se debe ejecutar en el interior del puerto de Tokio. Destino Tokio es una aceptable película bélica con un argumento bastante patriótico y conservador, muy al tono de las producciones rodadas durante el transcurso de la segunda guerra mundial. La historia transcurre casi en su totalidad a bordo de un submarino aliado, lo que generará un ambiente opresivo, tanto claustrofóbico, vital a la hora de afrontar el desarrollo de la trama. En este sentido el planteamiento sugerido por Delmer Daves y Albert Maltz intenta ir un poco más allá del mero entretenimiento, esbozando un retrato de cuales son los lazos que se establecen entre los soldados participes en la guerra, más concretamente entre los tripulantes de un submarino. Por otro lado, la tensión de la obra, sin llegar a ser perfecta, logra atrapar al espectador, dejando algunos momentos verdaderamente trabajados, como la huida final a través de las aguas fronterizas de Tokio. Visualmente este título resulta bueno; Delmer Daves filma con agilidad y eficacia en el interior del submarino, haciendo uso de unos encuadres opresivos que plasman a las mil maravillas el asilamiento que sufre la tripulación, así mismo, el sabio manejo de primeros planos y los meritorios decorados de la cinta consiguen introducir al público dentro de la historia. Entre el amplio elenco actoral brilla el siempre aplicado Cary Grant, quien interpreta en esta ocasión a un rudo capitán de submarino. La banda sonora del alemán Franz Waxman (Noche en la ciudad, Rebeca, Objetivo Birmania…) combina variadas partituras, con afluencia de viento, que incrementan el sentir patriótico del film. Sin tener en cuenta el tufillo patriótico de la historia y algún que otro desliz racista, Destino Tokio es un interesante film de buena factura con un excelente reparto. Recomendable para los amantes del género bélico-aventurero. Como la mayoría de sus coetáneas, "Destino Tokyo" adolece de los típicos defectos de las películas bélicas rodadas en tiempos de guerra: el tono descaradamente propagandístico, el patriotismo trasnochado que, en la descalificación del oponente, roza incluso el racismo, los personajes arquetípicos (el joven imberbe que "se hace hombre", el veterano que está de vuelta de todo…) que, finalmente y sin excepción, devienen Héroes sin mácula, la visión idílica de las fuerzas armadas (Cary Grant es un padrazo tan sumamente comprensivo con toda su tripulación, que uno piensa que se ha escapado de "Vacaciones en el mar"), etc.



Sin embargo, en el otro lado de la balanza, encontramos un muy inteligente guión que, sin prisa pero sin pausa, marca estupendamente los tiempos (la acción, la tensa espera, los interludios cómicos, los pasajes dramáticos…) y concede a cada uno de los personajes (encarnados, por otro lado, por un muy solvente grupo de actores donde nadie desentona) un espacio propio para que conozcamos su historia. Encontramos, también, el más que prometedor debut de un director que, ante unos condicionantes para la puesta en escena que no serían fáciles para nadie (prácticamente todo acontece en el estrecho marco del submarino), demuestra un innegable talento visual que, años más tarde, desplegará ya totalmente en joyas como "Flecha rota" o "La senda tenebrosa". En fin, si lo que buscamos es una visión "realista" sobre la II Guerra Mundial o sobre los avatares de un submarino de guerra, no es ésta nuestra película (para ello, lo mejor sería visionar la alemana "El submarino", quizá el mejor trabajo de Wolfang Petersen). Ahora bien, si la vemos con los mismos ojos que utilizamos para enfrentarnos a "Las aventuras de Robin Hood" (es decir, una mirada "ingenua" en el más noble sentido del término) lo que hallamos entonces es una historia sumamente entretenida, bien escrita, interpretada y dirigida. Que no es poco.



Para finalizar, un comentario algo más amplio. Debido a que algunos de los mejores cineastas de las últimas décadas han abordado la temática de guerra desde una visión muy personal y libre ya de ataduras propagandísticas, denunciando todo su horror y su absurdidad, e incluso promoviendo reflexiones a veces de gran calado filosófico, creo que se puede decir que, de todos los géneros cinematográficos más o menos codificados (el western, el cine negro, el musical…) el bélico es el único donde la mayoría de obras magnas se sitúa en el llamado cine moderno, y no en el clásico. Me refiero, claro está, a films como "Apocalypse Now", "Platoon", "La chaqueta metálica", "La delgada línea roja", "Salvar al soldado Ryan", "Banderas de nuestros padres" o "Cartas desde Iwo Jima", una película, por cierto, que si alguien dijera que es la mejor de todas, no sería yo quien le llevase la contraria.




TÍTULO ORIGINAL Destination Tokyo
AÑO 1943




DIRECTOR Delmer Daves
GUIÓN Delmer Daves & Albert Maltz (Historia: Steve Fisher)
MÚSICA Franz Waxman
FOTOGRAFÍA Bert Glennon (B&W)
REPARTO Cary Grant, John Garfield, Alan Hale, John Ridgely, Dane Clark, Warner Anderson, William Prince, Robert Hutton, Tom Tully, Faye Emerson, Peter Whitney, John Forsythe
PRODUCTORA Warner Bros. Pictures
PREMIOS 1943: Nominada al Oscar: Mejor historia


SINOPSIS En plena Segunda Guerra Mundial (1939-1945), a un submarino americano le encargan una misión tan secreta como peligrosa: aventurarse en aguas japonesas y llegar hasta la mismísima bahía de Tokyo.

Destructor

TÍTULO ORIGINAL
Destroyer

AÑO
1943

DIRECTOR
William A. Seiter

GUIÓN
Borden Chase, Lewis Meltzer, Frank Wead

MÚSICA
Anthony Collins

FOTOGRAFÍA
Franz Planer (B&W)

REPARTO Edward G. Robinson, Glenn Ford, Marguerite Chapman, Edgar Buchanan, Leo Gorcey, Regis Toomey, Edward Brophy, Warren Ashe


PRODUCTORA Columbia Pictures



SINOPSIS El auténtico protagonista de esta película es el destructor bélico norteamericano John Paul Jones, barco que sirvió en la I Guerra Mundial. La película repasa cada etapa de su vida y para ello se sirve de varios miembros de su tripulación. Uno de ellos es Steve, que ayudó a construirlo y ha aprovechado la II Guerra Mundial (1939-1945) para volver a filas; el otro es el capitán del destructor.



Para dar vida a ambos, William A. Seiter contó con Edward G. Robinson y Glenn Ford, dos fantásticos actores que tenían en común sus caras de pocos amigos.



PUEDES VER A CONTINUACION LA PELICULA INTEGRA

El valle de la violencia


Aquí estamos con el gran James Stewart para disfrutar de otra de sus carismáticas y excepcionales interpretaciones. Historia bonita, educadora, antibélica, integradora, antiracista y con una enorme cantidad de valores familiares. Conservadora. También, pero ni más ni menos que un reflejo de la época. Charlie Anderson (James Stewart) es un granjero de Virginia, viudo y con seis hijos y una hija, que no conoce otra vida que la del trabajo de la tierra y el sacar a su familia adelante. Con una enorme melancolía y recuerdo para con su esposa fallecida, se ve reflejado en los primeros compases de la cinta, Charlie ve como la guerra civil llega a las lindes de sus tierras comenzando así una lucha por intentar quedar al margen y que esta contienda a la vez no le perjudique. Pero todo es en vano cuando su benjamín es cogido prisionero por soldados de la Unión. Empezará aquí una búsqueda agonizante por los campos de prisioneros y campamentos militares que llevará a Charlie a contemplar los horrores de cualquier guerra (y más si es civil) y a sufrir sus consecuencias.

Técnicamente la película es buena. Argumento atractivo con un guión bien desarrollado. Interpretativamente destaca, evidentemente, James Stewart al que, y ya avanzada su carrera, le viene como anillo al dedo el papel de patriarca de una familia numerosa a la que defiende por encima de cualquier circustancia. Andrew V. McLagen, experto en westerns de los que a lo largo de su carrera no hizo sino rodar unos cuantos bastantes, realiza una aceptable dirección centrándola principalmente en la figura de la estrella de Pennsylvania y acompañada por una estupenda fotografía. Estamos ante un western moralista, tremendamente moralista, donde se dan lecciones de respeto a la familia y donde el mensaje antibélico está claramente presente durante toda la cinta. Mensaje antibélico que culmina la cinta, porque es el momento más emocionante y definitivo de la película. Cuando, después de todo, y ante las tumbas de su querida esposa Martha y de su hijos muertos, Charlie habla...y de que manera: "Ya ni siquiera sé que decirte Martha. No puedo contarte gran cosa acerca de esta guerra. Es como todas las guerras supongo. Las ganan los enterradores. Los políticos hablan mucho de gloria, los ancianos de la falta que hacía, los soldados solo quieren volver a casa. Ahora ya no estarás sola porque tienes a James, Ann y Jacob..."

TÍTULO ORIGINAL Shenandoah
AÑO 1965




DIRECTOR Andrew V. McLaglen
GUIÓN James Lee Barrett
MÚSICA Frank Skinner
FOTOGRAFÍA William Clothier (AKA William H. Clothier)
REPARTO James Stewart, Doug McClure, Glenn Corbett, Patrick Wayne, Katharine Ross, Rosemary Forsyth, Phillip Alford, Paul Fix, James Best, George Kennedy
PRODUCTORA Universal Pictures
PREMIOS 1965: Nominada al Oscar: Mejor sonido


SINOPSIS Guerra de Secesión (1861-1865). Charlie Anderson, viudo y padre de familia numerosa, posee una granja en Virginia. Siendo contrario a la esclavitud, está firmemente decidido a mantenerse al margen de la guerra civil, a pesar de las presiones que soporta, incluso por parte de algunos de sus hijos.
CRÍTICAS ----------------------------------------
"Interesante western (...) con bastantes alicientes" (Fernando Morales: Diario El País)
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Gettysburg


La factoría de Ted Turner, la de la CTM, denostada por la polémica de colorear clásicos del blanco y negro y famosa por liderar el mercado de las reposiciones del cine americano, produjo este film, con profusión de medios y excepcional reparto de primeras figuras, con el objeto de recrear –se supone que lo más fielmente posible- la famosa y trascendental batalla que se produjo en los alrededores de la pequeña población de Gettysburg, durante el verano de 1863. La película, a pesar de su duración (254 minutos) tiene poco más que unos movimientos de tropas. He encontrado a faltar en la versión para consumo USA de la que dispongo, algunas escenas que aparecían en la que en su día se visionó en España, como cuando el General Bufford (Sam Elliot), se queja de la actitud de algunos civiles de la localidad, que le piden limpie la zona de enemigos: “Hay gentes que sólo saben pedir que otros derramen su sangre por ellos”- dice- y otra en la que el General Lee (Martin Sheen), reconviene a sus oficiales por desabastecer a los civiles a base de requisas. El ritmo es adecuado y la narración utiliza el truco de que los propios militares protagonistas, narren a algún personaje secundario lo que va a suceder, para que luego las secuencias de acción sean comprensibles al espectador, lo que hace pensar que si tenían tanta clarividencia para preveer la catástrofe, por qué no la evitaron, cambiando las tácticas, o simplemente desistiendo de la magnífica y excelentemente filmada carga de la división de Pickett, que acabó diezmada y destruida.
GIFSoup El film tiene sus momentos de grandeza humana: Las escenas de la epopeya del 20 regimiento de Maine, a cargo del Coronel Chamberlain (un excelente Jeff Daniels), que debe incorporar a un numeroso grupo de arrestados por amotinamiento. El discurso de bienvenida, me parece de antología, así como la interpretación del azorado y abrumado Coronel defendiendo con escasos medios el flanco derecho de la batalla en Little Round Top. Tal epopeya, así como la psicología de los personajes dan por si solos para una magnífica película. Ronald F. Maxwell, maneja la multitud de voluntarios que anualmente recrean la famosa batalla, esta vez pasados por el tamiz del cásting, con la energía de un general. Ayudan las interpretaciones y los encuadres de los combates, con profusión de pirotecnia y efectos especiales, a la excelencia del espectáculo; por qué se trata de esto: de hacer de la batalla un épico y monumental espectáculo.

TÍTULO ORIGINAL Gettysburg
AÑO 1993




DIRECTOR Ronald F. Maxwell
GUIÓN Ronald F. Maxwell (Novela: Michael Shaara)
MÚSICA Randy Edelman
FOTOGRAFÍA Kees Van Oostrum
REPARTO Tom Berenger, Jeff Daniels, Martin Sheen, Sam Elliott, Richard Jordan, Stephen Lang, C. Thomas Howell, Kevin Conway, Andrew Prine, John Diehl, Richard Anderson, Maxwell Caulfield, Timothy Scott, George Lazenby, Donal Logue
PRODUCTORA New Line Cinema
PREMIOS 1993: Asociación de Críticos de Chicago: Nominado Mejor Actor de Reparto (Jeff Daniels)


SINOPSIS El 1 de julio de 1863, más de 150.000 soldados americanos esperaban el momento clave de su destino final, previo a la batalla más importante de la Guerra Civil Nortemericana, que tendrá lugar en Gettysburg. Basada en la novela ganadora del premio Pulitzer "The Killer Angels".
CRÍTICAS ----------------------------------------
"Drama épico de gran categoría. Atractiva epopeya que narra los tres días más sangrientos y audaces de la historia militar de los EEUU" (Fernando Morales: Diario El País)
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Misión de audaces


Rodada por John Ford en el periodo que va de “Centauros del desierto” a “El hombre que mató a Liberty Valance”, dos de sus más reputadas obras maestras, “Misión de audaces”, ha sido injustamente tratada por la crítica y aún hoy permanece desconocida para el gran público. Abril de 1863; el coronel Marlowe recibe la orden de adentrarse 300 millas en territorio confederado, al mando de tres regimientos, con la misión de destruir el nudo ferroviario de la estación Newton, de vital importancia para el ejército sudista. Las tensas relaciones entre el coronel Marlowe y el mayor Kendall, médico del regimiento, y la presencia de una bella dama del sur, retenida como rehén, pondrán en peligro el éxito de tan arriesgada y suicida misión. Con el trasfondo de la Guerra de Secesión; basada en un hecho real, “Mision de audaces” es el retorno de Ford a la temática de la caballería ya tratada en su famosa trilogía, malinterpretada por los que vieron en ella una clara exaltación militarista. Aquí Ford se muestra contundente como nunca y articula un discurso inequívocamente antibelicista, demoledor alegato contra la guerra, donde los héroes han dejado paso a los antihéroes, donde la épica desaparece en medio del dolor, la desolación y la muerte, y donde el canto al honor, la integridad y la ética no contradice el mensaje último de un film complejo, en el que Ford no juzga, solo muestra, guardando una exquisita neutralidad respecto a los contendientes de esta cruel guerra fraticida. Con una magistral dirección; un sólido guión muy fordiano, con esos pequeños toques de humor, tan propios del maestro, y una estilizada puesta en escena, “Misión de audaces” es un film deslumbrante, profundo sin dejar de ser entretenido, alternando espectaculares secuencias de acción -maravillosamente filmadas-, con secuencias intimistas de gran calado emocional. En la historia de esos tres seres humanos, personajes esculpidos por Ford con mano maestra, atrapados en la barbarie de la guerra, el continúo enfrentamiento entre el taciturno coronel Marlowe -soberbio John Wayne-, ingeniero ferroviario obligado a destruir aquello que construye en la vida civil, marcado por el pasado, en el que prima el sentido del deber, y el escéptico mayor Kendall -excelente William Holden- el medico de principios profundamente humanistas, se verá alterado por los acontecimientos y por la irrupción en sus vidas de Hannah, la orgullosa rehén sureña, -una Constance Towers muy bien dirigida-, que verá cuestionado su mundo después de un duro viaje iniciático, donde tomará consciencia de su frágil vulnerabilidad. Al final todos ellos habrán cambiado, porque ya nada nunca podría ser igual. Obra maestra imperecedera de inaplazable reivindicación. 

TÍTULO ORIGINAL The Horse Soldiers
AÑO 1959




DIRECTOR John Ford
GUIÓN John Lee Mahin, Martin Rackin
MÚSICA David Buttolph
FOTOGRAFÍA William H. Clothier
REPARTO John Wayne, William Holden, Constance Towers, Althea Gibson, Hoot Gibson, Russell Simpson, Anna Lee
PRODUCTORA The Mirisch Corporation / Mahin-Rackin / United Artists


SINOPSIS Un severo coronel de La Unión (Wayne) está al frente de un regimiento que debe infiltrarse en pleno territorio confederado para cumplir una difícil misión. En esta aventura lo acompaña un médico de buenos sentimientos (Holden). Para evitar que revele sus planes al enemigo, se ven obligados a llevarse como rehén a una joven rebelde sureña (Constance Towers).
CRÍTICAS ----------------------------------------
 
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"Maravilloso western protagonizado por unos inconmensurables Wayne y Holden. Un lujo" (Fernando Morales: Diario El País)
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viernes, 27 de julio de 2012

Tiempos de gloria


Edward Zick es un director bastante apañadito, de esos que cuando uno ve sus películas por lo menos se da cuenta que no es un tipo vulgar, zafio y que tiene buen gusto. Y todo eso ya es algo profundamente satisfactorio en nuestra sociedad estéticamente ya sin clase. “Tiempos de gloria” es con probabilidad su mejor película (mucho mejor sin duda que la pastelona “Leyendas de pasión” y no digamos de la artificiosa y sonrojante “El último samurai”. Lo mejor de la cinta es el aroma que desprende de cuidado en todos y cada uno de sus planos. Los detalles más minúsculos se aprecian si se ve con atención.


A todo ese magnífico conjunto le acompaña unas interpretaciones muy acertadas, sobre todo por un conjunto de actores secundarios (y terciarios) que evocan con naturalidad y consistencia la vida de diaria de unos hombres que lo pasaron muy mal, pero que muy mal. No cabe duda que Matthew Broderick ha sido muy criticado por su actuación, pero es normal. Personalmente a mí me gusta, creo que precisamente lo que se pretende es eso exactamente, mostrar un hombre joven que le viene grande su mando y que aún así se esforzará porque la cosa llegue a buen puerto aunque él sospeche que no podrá ser así. Denzel Washington, está un tanto desmedido pero esas son las interpretaciones que ganan los Oscar. Y Freeman genial como casi siempre, Me gusta el final. Y es lo que más suelen fallar las películas de este tipo, en cambio aquí acierta de lleno. Además constantemente el tema del racismo no está presentado desde el lado sureño como hubiera sido lo fácil sino desde el lado nordista que es más interesante y genera esa sensación de guerra civil dentro de otra guerra civil. Es una película a reivindicar como material educativo y enseñanza de la historia. Porque nadie hizo la guerra por los esclavos negros. Ellos fueron una excusa, una bandera más, una forma de marketing...La guerra civil americana es un asunto esencialmente de dos modelos de regímenes políticos que se están dando en un estado biológicamente en crecimiento y geopolíticamente expansivo. Los derechos humanos son temas totalmente accesorios. También hay que señalar que los ingredientes patrióticos y militaristas están presentes con gran fuerza, porque la lealtad y la disciplina están por encima de ciertas cuestiones personales que no tienen importancia ante momentos históricos cumbres. Lo cuál nos lo presenta Zwick con gran sencillez y sin necesidad de hermosos y grandilocuentes planos autocomplacientes. Estamos ante una de las mejores películas sobre el tema de la guerra civil norteamericana. 





TÍTULO ORIGINAL Glory
AÑO 1989




DIRECTOR Edward Zwick
GUIÓN Kevin Jarre
MÚSICA James Horner
FOTOGRAFÍA Freddie Francis
REPARTO Matthew Broderick, Denzel Washington, Cary Elwes, Morgan Freeman, Bob Gunton, Andre Braugher, Jay O. Sanders, JD Cullum, Cliff De Young, Donovan Leitch, Jihmi Kennedy, Jane Alexander, Bill Nunn, Kevin Jarre
PRODUCTORA Tri-Star
PREMIOS 1989: 3 Oscars: Mejor actor secundario (Denzel Washington), fotografía, sonido. 5 nominaciones


SINOPSIS Entre 1861 y 1865 tuvo lugar la Guerra de Secesión que enfrentó al ejército confederado (Sur) con las tropas de la Unión (Norte). Los militares del Norte eran reacios a reclutar negros y armarlos para luchar contra el Sur; pero, finalmente, se aprobó una ley que lo permitía. El regimiento 54 de Massachusetts fue el primero y el más valeroso de los batallones formados por negros, y el Coronel Robert Gould Shaw fue el encargado de organizarlo.
CRÍTICAS ----------------------------------------
Drama antibelicista ambientado durante la Guerra de Secesión americana y centrada en la participación de soldados de color en las fuerzas de La Unión. El gran Denzel Washington, que ya había trabajado en varias películas anteriormente, consiguió un merecido Oscar al mejor actor secundario. Muchas estatuillas de la Academia de los Premios Americana pasan por resultar a la postre intrascendentes, pero afortunadamente este premio ayudó al gran actor de color a ser cabeza de cartel de multitud de producciones a partir de ese momento, convirtiéndose en uno de los grandes nombres americanos de los noventa. 
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"Guión pobre y puesta en escena bastante sosa (...) sumamente desperdiciado" (Fernando Morales: Diario El País)
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Cabalga con el diablo


“Cabalga con el diablo” tiene numerosas virtudes: una sólida base literaria que invita a la épica, medios de producción holgados, un competente equipo técnico y artístico...Pero fallan ritmo y tempo. Los cinéfilos nos quejamos de que a la mayoría de películas les sobran bastantes minutos. Sin embargo, aquí se ha querido hacer una película tipo cuando se requería una duración mucho mayor. Se sabe que la copia que ha llegado a Europa contiene quince minutos menos, pero nos atreveríamos ha afirmar que los productores redujeron el material filmado por Lee y que éste, a su vez, ya eliminó algunos fragmentos de la novela. Es la única manera de explicar un resultado tan deslavazado, inconexo y, en ocasiones, incomprensible que constituye un boceto, un resumen constituido por una sucesión de secuencias medianamente conseguidas pero que unidas dan lugar a un conjunto deshilvanado. Esta historia de una decepción vital de unos personajes arrojados a un conflicto bélico por lealtad a sus amigos y situados en el bando opuesto al que, por lógica, pertenecerían y por encima de todo un fresco del momento histórico en el que el germen de la americanización actual surgió- motivo por el cual interesó tanto a un Lee, a priori tan ajeno- fracasa en el uso del “tempo” cinematográfico porque es incapaz de hacernos sentir y creer algo tan sencillo cuando se consigue: el paso del tiempo sobre la pantalla. Entre secuencia y secuencia puede haber pasado mucho tiempo pero los momentos de transición literalmente no existen, con lo que además el espectador no se impregna de la evolución de los personajes. Personajes con los que, además, uno no se implica porque no llega a conocerlos. Esto, para colmo, crea una primera sensación de que la película no acaba de arrancar, de centrarse; sensación que se trasforma en deseo de finalización cuando, tras una hora de película, se constata que ese nudo no se va alcanzar nunca. También fracasa en el ritmo narrativo. Encontramos momentos que necesitarían bastante más tiempo del que se les otorga y otros (como el de la decisión de amputarle o no el brazo a uno de los protagonistas) que requerían de menos espacio.

Se trata de un film historicista sobre las milicias de irregulares en Missouri durante la guerra de Secesión, que de modo bastante comprensible no pareció gustar a casi nadie, principalmente por su extraño ritmo interno y su decidida falta de maniqueísmo, repartiendo por igual a unos y otros hasta acabar siendo la historia de dos inadaptados, un joven de origen alemán y un negro que lucha por el Sur. Película no tanto sobre la amistad, que también, como sobre la lealtad asumida como compromiso vital y mirada reflexiva sobre Norteamérica, que coherentemente prorroga la estupenda "La tormenta de hielo". Muy bien interpretada por un grupo de actores conjuntado y sin alardes (destacan eso sí, la economía expresiva de Tobey Maguire, el poso de Jeffrey Wright y un Jonathan Rhys-Meyers escalofriante), con diálogos magníficos (ese "Mujer, he matado quince hombres"), estupendamente ambientada (con toques tan peculiares como la incongruente y atildada elegancia de los "bushwackers"), con una sabia valoración del hermoso paisaje y los cambios de las estaciones como elemento dramático y rematada por una banda sonora fuera de serie cortesía de Mychael Danna (privilegiando el banjo, el violín y la melodía tradicional). Combina con acierto lo contemplativo con lo activo en un tempo dramático quizás descompensado pero singular y está rematadamente bien rodada, con limpieza, elegancia y claridad (la contundente escaramuza primera resulta ejemplar) que no desdeña ni la violencia ni la extrañeza (el célebre "raid" sobre Lawrence visualizado y narrado de un modo absurdamente sereno, la calma en el ojo del huracán), desborda humanismo y no olvida el humor. Una gran película, algo tocada por esa estructura demasiado episódica que provoca un cierto desequilibrio interno pero que de ningún modo merece el olvido y se erige como una pieza con verdadera personalidad.

TÍTULO ORIGINAL Ride With the Devil
AÑO 1999




DIRECTOR Ang Lee
GUIÓN James Schamus (Novela: Daniel Woodrell)
MÚSICA Mychael Danna
FOTOGRAFÍA Frederick Elmes
REPARTO Tobey Maguire, Skeet Ulrich, Jewel Kilcher, Jeffrey Wright, Tom Wilkinson, James Caviezel (AKA Jim Caviezel), Simon Baker, Jonathan Rhys-Meyers, Mark Ruffalo
PRODUCTORA Good Machine / Hollywood International Multimedia Group Inc. / Maplewood Productions Inc. / Universal Pictures


SINOPSIS 1861, Guerra de Secesión (1861-1865). Al mismo tiempo que los ejércitos se enfrentan en el campo de batalla, en la retaguardia, los partidarios de la causa sudista practican la guerra de guerrillas. En un lugar de la frontera entre Kansas y Missouri, Jake Roedel y Jack Bull Chiles, dos amigos de la infancia, se unen a un grupo guerrillero. Los actos de crueldad por parte de ambos bandos producirán en ellos una profunda transformación

Infierno en el pacífico


Con solo dos personajes y casi ningún dialogo, John Boorman nos sumerge en una apasionante historia de náufragos al estilo Robinson Crusoe pero ambientada en la segunda guerra mundial. Un aterrizaje forzoso lleva a un piloto norte americano (Lee Marvin) y a otro japones (Toshiro Mifune), oficiales de su respectivos bandos y enemigos de guerra, a coincidir en una desierta y perdida isla del pacifico. Deberán dejar de lado su situación bélica y sus prejuicios para poder sobrevivir a las duras condiciones de la desolada isla. Una interesante cinta en la que veremos dos, en teoría, enemigos que tendrán que olvidar sus diferencias políticas para un fin común, la supervivencia. Tendrán que hacer frente a las inclemencias del tiempo y a la búsqueda de recursos para sobrevivir. La relación entre el japonés y el americano ira mejorando conforme avanza el metraje a pesar de sus diferencias personales y culturales. Obviamente no es una película de diálogos ni de personajes, es una historia para los amantes de las aventuras y la supervivencia. En cuanto a los actores ¿Qué mas se puede pedir?, ver al genial “Lee Marvin” de películas como “Doce del patíbulo” o “El hombre que mató a Liberty Valance” junto al eternamente recordado actor fetiche de Akira Kurosawa “Toshiro Mifune”, es simplemente una gozada, para que necesitamos mas personajes… Por suerte los años no han hecho mella en ésta, en parte, película olvidada de Boorman. Sigue teniendo el mismo atractivo de hace 40 años.Una agradable película de las que se echan en falta hoy en día con un claro mensaje antibelicista. 

Se trata de la segunda cinta de Boorman. En ella introdujo la que iba a ser una constante en su cine: sentido del ritmo, excelente fotografía, escenarios naturales, riesgo con cada nuevo proyecto, y también una tendencia a lo reivindicativo y pretencioso que no siempre le salió bien.

En esta ocasión Boorman contó de nuevo con su amigo Lee Marvin (el hombre que le abrió las puertas de Hollywood) para contar el drama de dos soldados de bandos (y culturas) opuestos obligados a convivir en una isla desierta.
Es innegable la originalidad y las posibilidades del planteamiento, y a mi juicio Boorman pasa la prueba con un resultado más que digno.

“Infierno en el Pacifico” ha ganado muchos enteros desde que se estrenó. Posee una plasticidad admirable (buenos encuadres y fotografía en general, obra de Conrad Hall, que supo extraer toda la hermosura de las Islas Palau) y, pese a tener bajones de ritmo, contar con una estructura lineal y clara, de gran amenidad, y apoyada en las sólidas interpretaciones de Mifune y Marvin consiguen hacer el resto, configurando un relato delicioso que posee escenas que se gravan en la retina a fuego (la carga bajo la lluvia, por ejemplo).

Hay que añadir el que final (impuesto por los productores) es abrupto, torpe y desmejora el conjunto. Ya se puede ver el final original pensado por el director, igual de devastador pero menos efectista.


TÍTULO ORIGINAL Hell in the Pacific
AÑO 1968




DIRECTOR John Boorman
GUIÓN Alexander Jacobs, Eric Bercovici
MÚSICA Lalo Schifrin
FOTOGRAFÍA Conrad Hall
REPARTO Lee Marvin, Toshirô Mifune
PRODUCTORA Selmur Productions / Henry G. Saperstein Enterprises Inc.


SINOPSIS Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los dos únicos supervivientes de una batalla naval, un soldado norteamericano y un oficial japonés, se ven obligados a convivir en una isla desierta del Océano Pacífico.

Sangre, sudor y lágrimas


Con esta propuesta, el genial realizador inglés David Lean lograba su debut cinematográfico en el cual, con una narrativa tan sorpresiva como sugerente, nos introducía en la historia de los miembros de una tripulación cuyo barco era bombardeado por las fuerzas aéreas alemanas y no les quedaba otro remedio, al ser hundidos, que refugiarse en una balsa de salvamento. Tras ese inicio, y en un montón de sucesivos flashbacks aportados por cada uno de los protagonistas, Lean desgranaba su historia con gran talento y una técnica suficientemente buena, donde los diálogos sobre el ámbito familiar en contraposición con las labores que desempeñaban, las situaciones que nos hablaban de su día a día antes de partir o algunos momentos que destilan pura nostalgia, la nostalgia del soldado abatido, aquel que debe abandonarlo todo, dejar aquello que más quiere atrás y arriesgarse, por obligación y para la protección de sus seres más queridos, eran quizá el pilar básico de una cinta tan inteligente como reflexiva. Lo mejor de este trabajo, es que en ningún momento se esconde, y no se limita sencillamente a trazar una línea y quedarse tras ella, sino que va más allá, y pura muestra de ello son, por ejemplo, el discurso de la mujer de uno de ellos que, con el rostro repleto de dolor, realiza observaciones sobre como ellos anteponían aquello que les podía llevar a la muerte a cualquier otra cosa, o también el momento en que uno de los personajes decide abandonar su puesto ante el horror y la presión de aquel momento durante un ataque. La veracidad que rezuman cada una de las interpretaciones, ofrece un punto de dramatismo que le viene excelentemente a un relato que, como no podría ser de otro modo viniendo de Lean, es sentido y realizado con pasión, aunque el genial cineasta aún estuviese en los albores de su carrera como director. También hay que atribuir méritos a ese tramo final, donde realmente se puede llegar a vislumbrar todo aquello que antes comentaba y, aunque esa voz en off que concluye deje un regusto amargo, por ese mensaje excesivamente patriotero y totalmente descolocado en una cinta donde no debería haber tenido lugar, "Sangre, sudor y lágrimas" se coloca como uno de los ejercicios del cine bélico con más espíritu de cuantos servidor haya podido ver, amen de poseer unas secuencias de guerra suficientemente bien rodadas, donde destaca una buena fotografía y un montaje que no da lugar a desatinos y nos sitúa muy bien en la acción.

TÍTULO ORIGINAL In Which We Serve
AÑO 1942




DIRECTOR David Lean, Noël Coward
GUIÓN Noël Coward
MÚSICA Noël Coward, Clifton Parker
FOTOGRAFÍA Ronald Neame (B&W)
REPARTO Noël Coward, John Mills, Bernard Miles, Celia Johnson, Kay Walsh, Joyce Carey, Derek Elphinstone, Michael Wilding, Robert Sansom, Philip Friend, Ballard Berkeley, James Donald, Michael Whittaker, Richard Attenborough
PRODUCTORA Two Cities Films; Distribuida por United Artists
PREMIOS 1943: 2 nominaciones al Oscar: Mejor película, guión original
1942: National Board of Review: Mejor película
1942: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película


SINOPSIS Vida de los miembros de la tripulación del destructor Lord Mountbatten, que se hundió en el Mediterráneo, tras ser bombardeado en la batalla de Creta. El dramaturgo inglés Noël Coward, que deseaba hacer algo por su país en la II Guerra Mundial, se dedicó en cuerpo y alma a sacar adelante esta película: compuso el guión, participó en la producción, compuso la banda sonora e interpretó al capitán Edward Kinross. También colaboró, al menos oficialmente, en la dirección como ayudante de David Lean.

Medalla roja al valor


Cuando preguntaron en cierta ocasión a Hemingway qué dijera el nombre de un escritor que le había marcado extraordinariamente, este no lo dudó ni un segundo y señaló a Stephen Crane. A pesar de dejarnos con tan sólo 28 años, Stephen Crane se encuentra por derecho propio entre los mejores escritores norteamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Su producción literaria aun siendo exigua, posee una fuerza y belleza sin parangón. Aunque “El Hotel Azul” es a mi juicio su mejor obra, a la que debe su popularidad es a “La medalla roja al valor”, una novela corta de menos de 200 páginas, donde nos encontraremos uno de los mejores retratos que jamás se han hecho sobre la Guerra Civil Americana. Su adaptación cinematográfica vino de la mano de John Huston, el director más cercano a Hemingway, por lo que era perfecto para cumplir la misión. La película tiene mucho del libro, tanto que directamente todos los diálogos y la voz en off están tomados de la novela. El balance final no puede ser otro que una buena película de John Huston, pero es cierto que no está entre sus inmortales, quizá le faltó poner más carne en el asador. Falta algo de crítica, que la hay, pero no lo bastante para acercarse a la novela. Y sobre todo el tono, mientras el libro es crudo pero poético, la película es mucho más realista pero solemne. Además con Huston siempre pasa una cosa y es que sus obras tienen un aire mesiánico, teológico, místico, que está muy bien, pero que no siempre está en consonancia con el material narrativo de partida. Y eso es sobre todo por la forma de rodar que tiene, que parece una película bíblica –como en “Moby Dick”- haciendo un uso excesivo de los picados y resaltando a los personajes. Cuando precisamente la novela de Crane lo que pretende es diluir al individuo entre la masa de la guerra, demostrando que esas pequeñas historias, tanto de cobardía o de heroísmo no le importan a nadie. De todas formas estamos ante una película –casi un mediometraje- que debe estar en la videoteca cualquier cinéfilo, porque rezuma literatura de la buena por los cuatro costados. 




TÍTULO ORIGINAL The Red Badge of Courage
AÑO 1951




DIRECTOR John Huston
GUIÓN John Huston (Novela: Stephen Crane)
MÚSICA Bronislau Kaper
FOTOGRAFÍA Harold Rosson
REPARTO Audie Murphy, Bill Mauldin, Andy Devine, Robert Easton, Douglas Dick, Tim Durant, Arthur Hunnicutt, Royal Dano, John Dierkes
PRODUCTORA MGM


SINOPSIS Un joven que participa en la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865) acaba descubriendo que la vida de soldado encierra más horror que diversión. A pesar de todo, gracias a la guerra, dejará de ser un chico asustadizo y se convertirá en un hombre valeroso y entregado en el campo de batalla.

Almas en la hoguera

El buen liderazgo en tiempos de guerra y los sacrificios que conlleva para una persona con empatía. La disciplina. El esfuerzo. La trascendencia de las acciones. El patriotismo. La superación personal. La llegada de la madurez. El miedo. Su vencimiento. El espíritu de grupo. El sacrificio. El heroísmo. La tragedia. Emoción. Tensión. Grandes interpretaciones.

Una trama bien hilvanada en donde se nos muestra la vida militar de la época (en este caso centrada en una academia de reclutamiento).


TÍTULO ORIGINAL Twelve O'Clock High
AÑO 1949




DIRECTOR Henry King
GUIÓN Sy Bartlett & Beirne Lay Jr.
MÚSICA Alfred Newman
FOTOGRAFÍA Leon Shamroy (B&W)
REPARTO Gregory Peck, Hugh Marlowe, Dean Jagger, Gary Merrill, Millard Mitchell, Paul Stewart
PRODUCTORA 20th Century Fox. Productor: Darryl F. Zanuck
PREMIOS 1949: 2 Oscars: Mejor actor secundario (Dean Jagger), sonido. 4 nominaciones


SINOPSIS Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el general Frank Savage, de las fuerzas aéreas de los Estados Unidos, es enviado a Inglaterra para relevar al comandante de una unidad, encargada de bombardear Alemania, cuyos miembros están completamente desmoralizados. Aunque es amable y comprensivo, Savage aplica inmediatamente una disciplina de choque para levantar la moral de la tropa. Los miembros del escuadrón, reacios al principio a aceptar las nuevas normas, van cambiando a medida que, gracias a Savage, consiguen victorias inesperadas. Sin embargo, la tensión y el agotamiento que supone el mando conducirá al general a una situación límite.