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viernes, 27 de julio de 2012

Cabalga con el diablo


“Cabalga con el diablo” tiene numerosas virtudes: una sólida base literaria que invita a la épica, medios de producción holgados, un competente equipo técnico y artístico...Pero fallan ritmo y tempo. Los cinéfilos nos quejamos de que a la mayoría de películas les sobran bastantes minutos. Sin embargo, aquí se ha querido hacer una película tipo cuando se requería una duración mucho mayor. Se sabe que la copia que ha llegado a Europa contiene quince minutos menos, pero nos atreveríamos ha afirmar que los productores redujeron el material filmado por Lee y que éste, a su vez, ya eliminó algunos fragmentos de la novela. Es la única manera de explicar un resultado tan deslavazado, inconexo y, en ocasiones, incomprensible que constituye un boceto, un resumen constituido por una sucesión de secuencias medianamente conseguidas pero que unidas dan lugar a un conjunto deshilvanado. Esta historia de una decepción vital de unos personajes arrojados a un conflicto bélico por lealtad a sus amigos y situados en el bando opuesto al que, por lógica, pertenecerían y por encima de todo un fresco del momento histórico en el que el germen de la americanización actual surgió- motivo por el cual interesó tanto a un Lee, a priori tan ajeno- fracasa en el uso del “tempo” cinematográfico porque es incapaz de hacernos sentir y creer algo tan sencillo cuando se consigue: el paso del tiempo sobre la pantalla. Entre secuencia y secuencia puede haber pasado mucho tiempo pero los momentos de transición literalmente no existen, con lo que además el espectador no se impregna de la evolución de los personajes. Personajes con los que, además, uno no se implica porque no llega a conocerlos. Esto, para colmo, crea una primera sensación de que la película no acaba de arrancar, de centrarse; sensación que se trasforma en deseo de finalización cuando, tras una hora de película, se constata que ese nudo no se va alcanzar nunca. También fracasa en el ritmo narrativo. Encontramos momentos que necesitarían bastante más tiempo del que se les otorga y otros (como el de la decisión de amputarle o no el brazo a uno de los protagonistas) que requerían de menos espacio.

Se trata de un film historicista sobre las milicias de irregulares en Missouri durante la guerra de Secesión, que de modo bastante comprensible no pareció gustar a casi nadie, principalmente por su extraño ritmo interno y su decidida falta de maniqueísmo, repartiendo por igual a unos y otros hasta acabar siendo la historia de dos inadaptados, un joven de origen alemán y un negro que lucha por el Sur. Película no tanto sobre la amistad, que también, como sobre la lealtad asumida como compromiso vital y mirada reflexiva sobre Norteamérica, que coherentemente prorroga la estupenda "La tormenta de hielo". Muy bien interpretada por un grupo de actores conjuntado y sin alardes (destacan eso sí, la economía expresiva de Tobey Maguire, el poso de Jeffrey Wright y un Jonathan Rhys-Meyers escalofriante), con diálogos magníficos (ese "Mujer, he matado quince hombres"), estupendamente ambientada (con toques tan peculiares como la incongruente y atildada elegancia de los "bushwackers"), con una sabia valoración del hermoso paisaje y los cambios de las estaciones como elemento dramático y rematada por una banda sonora fuera de serie cortesía de Mychael Danna (privilegiando el banjo, el violín y la melodía tradicional). Combina con acierto lo contemplativo con lo activo en un tempo dramático quizás descompensado pero singular y está rematadamente bien rodada, con limpieza, elegancia y claridad (la contundente escaramuza primera resulta ejemplar) que no desdeña ni la violencia ni la extrañeza (el célebre "raid" sobre Lawrence visualizado y narrado de un modo absurdamente sereno, la calma en el ojo del huracán), desborda humanismo y no olvida el humor. Una gran película, algo tocada por esa estructura demasiado episódica que provoca un cierto desequilibrio interno pero que de ningún modo merece el olvido y se erige como una pieza con verdadera personalidad.

TÍTULO ORIGINAL Ride With the Devil
AÑO 1999




DIRECTOR Ang Lee
GUIÓN James Schamus (Novela: Daniel Woodrell)
MÚSICA Mychael Danna
FOTOGRAFÍA Frederick Elmes
REPARTO Tobey Maguire, Skeet Ulrich, Jewel Kilcher, Jeffrey Wright, Tom Wilkinson, James Caviezel (AKA Jim Caviezel), Simon Baker, Jonathan Rhys-Meyers, Mark Ruffalo
PRODUCTORA Good Machine / Hollywood International Multimedia Group Inc. / Maplewood Productions Inc. / Universal Pictures


SINOPSIS 1861, Guerra de Secesión (1861-1865). Al mismo tiempo que los ejércitos se enfrentan en el campo de batalla, en la retaguardia, los partidarios de la causa sudista practican la guerra de guerrillas. En un lugar de la frontera entre Kansas y Missouri, Jake Roedel y Jack Bull Chiles, dos amigos de la infancia, se unen a un grupo guerrillero. Los actos de crueldad por parte de ambos bandos producirán en ellos una profunda transformación

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