Hungría, 1944. Mientras los ejércitos alemanes retroceden en todos los frentes ante el empuje aliado, en el país magiar, Adolf Eichman supervisa
la deportación acelerada de miles de judíos húngaros con destino a los
campos de concentración. En Budapest, ante el cariz de los
acontecimientos, el gobierno de Franco decide llamar al embajador
español de vuelta a España, dejando al jefe de negocios de la embajada Ángel Sanz-Briz
(Francis Lorenzo) al frente de la legación. Desde su puesto
diplomático, como reacción frente a la barbarie nazi, Sanz Briz
emprenderá una titánica tarea para salvar la vida de miles de judíos,
emitiendo visados y pasaportes españoles que garantizaban la inmunidad
de sus titulares, una acción que le valdría para ser recordado como “El Angel de Budapest”.
Hay que reconocer que con la producción de “El Angel de Budapest”
Televisión Española ha hecho un ejercicio de justicia histórica, al
rescatar del olvido la figura de este diplomático español, al que
algunos periodistas denominaron “El Schlinder español”. Y es que la historia de Angel Sanz Briz
parece una de esas en las que la realidad parece empeñarse en superar a
la ficción. Haciendo uso de una fina habilidad diplomática, Sanz-Briz
pudo continuar con la labor de su predecesor, el embajador Muguirio, y
haciendo uso de un decreto de la época de Primo de Rivera (el cual, sin
saberlo los alemanes, había sido derogado durante la II Repúnlica) pudo
ofrecer la nacionalidad española a varios miles de judíos húngaros que
estaban en peligro de ser deportados a los campos de exterminio nazis.
Con la colaboración de otros diplomáticos como el sueco Raoul Wallenberg, el nuncio Apostólico Angelo Rota, o el italiano Giorgio Perlasca,
se calcula que Sanz-Briz pudo salvar la vida de unas 5.000 personas,
siendo posteriormente reconocido como “Justo Entre las Naciones” por el
gobierno de Israel.
Entrando a valorar la miniserie que reconstruye los hechos históricos,
hay que reconocer que, pese a tratarse de una producción televisiva, “El Angel de Budapest”
sorprende por la calidad de su ambientación y su convincente puesta en
escena, que nada tienen que envidiar a las producciones cinematográficas
patrias en esos aspectos. También el reparto de actores raya a un buen
nivel, especialmente un entonado Francis Lorenzo, que
se encarga de dar vida al protagonista, muy bien secundado por el resto
de intérpretes. En el apartado narrativo, la serie es bastante fiel a
los hechos históricos, y comienza con buen ritmo, presentando la
situación de Hungría en 1944 y la determinación de algunos miembros del
círculo diplomático extranjero para salvar las vidas de los judíos
húngaros. Es una pena que, a medida que avanza el relato, este va
perdiendo gradualmente fuelle, primordialmente porque le falta un punto
de precisión a la hora de centrar el interés de la historia. En ese
sentido, se introducen una serie de subtramas (con romance incluido)
sobre los avatares de varias familias judías, que quizás resultan un
tanto redundantes y solo sirven para apartar el foco de la historia
principal.
Pese a ello, hay que reconocer que “El Angel de Budapest”
resulta una miniserie de muy esmerada factura, bastante interesante
desde el punto de vista histórico, que reivindica la memoria de un
hombre justo que supo hacer lo correcto en un momento de crisis.
TÍTULO ORIGINAL | El Ángel de Budapest (TV) |
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AÑO | 2011 |
DIRECTOR | Luis Oliveros |
GUIÓN | Ángel Aranda Lamas (Libro: Diego Carcedo) |
MÚSICA | Mario de Benito |
FOTOGRAFÍA | Nyika Jancsó |
REPARTO | Francis Lorenzo, Ana Fernández, Manuel de Blas, Anna Allen, Aldo Sebastianelli |
PRODUCTORA | Emitida por la cadena TVE; Boomerang / TVE |
SINOPSIS | Budapest, 1944 (IIGM: 1939-1945). Adolf Eichman dirige la deportación masiva de judíos húngaros al campo de exterminio de Auschwitz. Ángel Sanz-Briz (Zaragoza, 1910-Roma, 1980), un diplomático de la embajada española en Budapest, utilizó todos los medios a su alcance para salvar el mayor número de vidas posible. Para ello, emitió miles de visados y pasaportes que garantizaban la inmunidad de sus portadores, que llegaron a burlar en ocasiones a las autoridades alemanas y a sus colaboradores húngaros. Su actividad cesó cuando, en diciembre de 1944, le ordenaron regresar a España. Había logrado salvar a casi 5.000 judíos. Desde entonces, se le conoce como El Ángel de Budapest. |
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