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miércoles, 10 de agosto de 2011

LA CONDICION HUMANA


LA CONDICIÓN HUMANA! Una de las películas más antimilitaristas de la historia y realizada en una época y con unos medios tan precarios, que hoy podemos comprender su verdadero valor desde nuestras miradas de avanzados del siglo XXI. Aunque hay que advertir que este capítulo tercerlo o tres últimas horas del film en su totalidad, es la parte con menos ritmo y que más agota al espectador.

Este hombre japonés, Kaji, justo, honesto, comprometido con la justicia en su sentido obvio existencial, a quien las armas y el militarismo le desagradaban hasta evitarlos por todos los medios (1ª parte), se ve llevado a la fuerza a las filas del ejército de su país y convertirdo en un soldado experimentado y valiente (2ª parte), hasta tal grado que si antes, cuando él era un simple novato, recibía más y más bofetadas, ahora al ser ya un veterano con acciones de guerra (3ª parte), ha cambiado tanto y se ha hecho tan duro, que incluso asume ya sin darse cuenta todo el proceder militarista como algo propio suyo y se le ve a él arreándole alguna que otra bofeta a compañeros; de ser un pacifista que tenía horror a coger un arma, ahora ha pasado a ser todo un tipo curtido en defenderse con su fusil, en sobrevivir y matar al enemigo.

En definitiva, LA CONDICIÓN HUMANA es todo un significativo y grandioso film de procedencia nipona, del cual se puede extraer muestras de: excelente crítica social, excelente montaje, excelente fotografía de exteriores y campos abiertos, excelente interpretación de actores, excelente dirección, excelente narración tipo epopeya y excelente casi todo su contenido. Aún así, veremos que no hay ni una sola lista de las cien o doscientas mejores películas de la historia del cine que mencione este film, pero sí quizás películas tan medianas y sin chispa como "Easy Rider", "Cabaret", "El club de la lucha" o "Muerte entre las flores".

Por supuesto que sobre gustos, todo es posible, pero incluso así, es increible, que una obra de arte tan crítica y reveladora como LA CONDICIÓN HUMANA en su conjunto total, apenas sea conocida en Occidente y la mayoría del público ni sepa que existe.





TÍTULO ORIGINAL Ningen no joken III (The Human Condition III: A Soldier's Prayer)
AÑO 1961

DIRECTOR Masaki Kobayashi
GUIÓN Masaki Kobayashi, Zenzo Matsuyama, Koichi Inagaki (Novela: Jumpei Gomikawa)
MÚSICA Chuji Kinoshita
FOTOGRAFÍA Yoshio Miyajima (B&W)
REPARTO Tatsuya Nakadai, Michiyo Aratama, Yusuke Kawazu, Tamao Nakamura, Chishu Ryu, Taketoshi Naitô, Reiko Hitomi, Kyôko Kishida, Nobuo Kaneko, Fujio Suga, Keijiro Morozumi
PRODUCTORA Ninjin Club / Shochiku Kinema Kenkyû-jo

SINOPSIS Tras la derrota japonesa, Kaji y los pocos hombres de su unidad que han sobrevivido al enfrentamiento con los rusos se embarcan en una larga marcha, en un intento desesperado de llegar a territorio amigo. Tras sortear no pocas dificultades, Kaji se ve obligado a rendirse y es enviado a un campo de prisioneros en Siberia. Es la última película de la trilogía "La condición humana" y quizá también la mejor. Kaji y lo que queda de su compañía emprenden un extenuante viaje hacia el sur, en el curso del cual se tendrán que enfrentar a los enemigos rusos y chinos, pero también a sus propios compatriotas, ya sean soldados desnortados por la derrota o civiles resentidos con el ejército. Como siempre, el viaje físico es también un viaje interior, en el curso del cual el desencanto del comunismo y la denuncia de la violencia y el orgullo japonés son solo parte del proceso mucho más amplio que experimenta su recto protagonista: la progresiva pérdida de fe en la naturaleza humana, incluida la suya propia. Finalmente, el único motor de su penosa existencia acabará siendo el deseo de reencontrarse con su esposa. Si la primera mitad se apoya en una estética arriesgada, marcada por los planos holandeses, los congelados y la voz en off, la segunda vuelve a un cierto clasicismo para subrayar el tono épico y dramático del relato. Un bello final cierra una de las más sólidas, profundas y emotivas muestras de humanismo cinematográfico, que por momentos coloca a su autor a la altura de Kurosawa, Renoir o Ray.

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