"Tormenta mortal" (también conocida como "La hora fatal")
es una producción muy curiosa, ya que probablemente es la primera
película anti-nazi realizada por Hollywood que intentaba mostrar el
terror del régimen nazi sobre los ciudadanos alemanes no-arios. Fue
estrenada en junio de 1940, un año y medio antes de que los Estados
Unidos entraran en la Guerra. No sólo eso, la historia en la que está
basada es de 1938, es decir, anterior al estallido de la II Guerra
Mundial.
En cierto sentido la película es bastante ingenua, lo cual es lógico si
tenemos en cuenta que está hecha mucho antes de que se conociera en toda
su extensión lo que significó la pesadilla nazi. Nada más empezar un
narrador nos cuenta una fábula sobre como los ignorantes hombres
primitivos sacrificaban a sus semejantes para apaciguar a los dioses que
causaban las tormentas. Con el tiempo, aprendieron a construir refugios
y así ignorar a las tormentas, aunque en su interior el hombre poseía
un potencial mucho más destructor que el rayo o el viento. Entonces el
narrador nos dice que la película trata de "la tormenta mortal en la que
hoy se encuentra el hombre" y de la pregunta "¿cuándo hallará sensatez
en su corazón para construir un refugio duradero contra los miedos de su
ignorancia?". Resumiendo, la película se apunta a la tesis de que el
nazismo nació por la ignorancia de los miembros de la sociedad alemana.
No quiero iniciar un debate historiográfico, pero esa afirmación sobre
el origen de un determinado totalitarismo le cuadra mucho mejor al
comunismo soviético que al nazismo alemán. Y de hecho, lo que vemos en
la película es precisamente como una parte de la culta sociedad alemana
de los años 30 se va transformando y amoldando al nuevo régimen
totalitario hasta que todos su principios morales son completamente
degradados.
La acción se inicia el 30 de enero 1933, en una idílica pequeña ciudad
alemana situada en los Alpes. Es el cumpleaños del profesor
universitario Viktor Roth (Frank Morgan), el cual recibe un gran
homenaje por sus estudiantes y colegas por ser un eminente fisiólogo.
Durante la cena con su familia, llegan las noticias de que Hitler ha
sido nombrado canciller. Mientras en el rostro de Roth, de su mujer
Amelie (Irene Rich), su hija Freya (Margaret Sullavan) y Martin, uno de
sus pretendientes (James Stewart) se refleja la preocupación, en los
otros comensales: sus hijastros y Fritz, el otro pretendiente (Robert
Young) la alegría les desborda. La mujer de Roth, que es de origen
alemán, es la que hace patente su preocupación al preguntarse por el
destino de los no-arios o de aquellos que no piensan como Hitler, pero
tanto sus hijastros como Fritz le aseguran que no ocurrirá nada y que
ahora se juzgará a los hombres por sus méritos. Viktor simplemente dice
que espera que tanta responsabilidad le conceda a Hitler sensatez, a lo
que Martin responde con un escéptico "Amén". Evidentemente, la respuesta
inicia una discusión. Martin es un pacifista que cree que las cosas
deben de arreglarse de otro modo, mientras que Fritz es un belicista que
piensa que Alemania debe de dominar el mundo. Durante la discusión se
muestra claramente el nuevo cariz que tomarán las cosas cuando uno de
los hijos dice que "Un hombre debe de tomar partido. Si no está con
nosotros, está contra Alemania".
Inicialmente no parece pasar nada, pero poco a poco vemos como las
condiciones del pueblo se van deteriorando. Hay una secuencia bastante
curiosa en una taberna tipicamente tirolesa. Todo el mundo canta
felizmente por la "alegría eterna" bebiendo y brindando con sus
cervezas. Allí Martin se encuentra con sus antiguos camaradas y se
disponen a cantar una nueva canción cuando entonces entra un nazi
uniformado y les dice que deben de cantar la canción que todo "alemán
leal cantará con su corazón. La canción de la nueva Alemania". Es una
especie de adaptación de la tonada de Horst Wessel
pero en la que se repite constantemente el tema de la obediencia ciega
al líder. En la secuencia todo el mundo está con el brazo en algo salvo
Freya, Martin y un viejo maestro. Esta secuencia es un claro precedente
de la famosa secuencia de la película "Cabaret".
Pero es el destino del personaje Viktor Roth el que encarna la
degradación paulatina de la sociedad alemana. En una secuencia similar a
la del homenaje inicial ahora vemos como le hacen el vacío y como la
mayor parte de sus estudiantes ahora visten el uniforme nazi. Cuando
está explicando la composición de la sangre, uno de ellos le pregunta si
afirma que no hay diferencias entre la sangre de un ario y un no-ario.
Roth dice que la ciencia ha concluido que no hay diferencias y entonces
le acusan de ir en contra de la política racial. Esa misma noche
contempla horrorizado como los nazis queman libros en el patio de la
Universidad, entre ellos los poemas de Heine o las teorías de Einstein.
Paso a paso las escuadras nazis van instaurando un régimen de terror en
la ciudad. Sus propios hijastros le abandonan al tener que decidir entre
el partido o la familia. Le prohiben dar clases y finalmente le
detienen en la propia Universidad y lo mandan a un campo de
concentración. Su esposa busca ayuda en el rector, pero éste le dice que
no puede ayudarla porque se podría en peligro el mismo. Su hija Freya
también intenta interceder ante Fritz, aunque solo consigue que su padre
pueda ser visitado por su esposa.
Es probable que esta sea la primera representación cinematográfica de un
campo de concentración nazi. Es una noche lluviosa y lo primero que
vemos es una bandera de las SS y el nombre: Konzentrationslager.
Amelie marcha entre las alambradas y al fondo distinguimos unas figuras
que parecen estar realizando una pesada labor. Los prisioneros van
vestidos con monos y muchos de ellos están rapados al cero. Cuando
Amelie llega a las oficinas del campo gracias a la tarjeta de ingreso de
Viktor nos volvemos a situar en una día determinado: la fecha de
ingreso en el campo es el 29 de agosto de 1933. Me pregunto si no será
una especie de homenaje al pensador judío Theodor Lessing,
que murió asesinado por los nazis en Checoslovaquia. Cuando vemos a
Viktor, este lleva un uniforme, con unas bandas claras en los puños y
una gran "J" bordada en ellos. Su preocupación es que sus hijos no
abriguen ningún sentimiento de venganza y se reafirma en que si sale del
campo, seguirá luchando por la verdad científica y la tolerancia hacia
los demás. Aún así, sigue pensando que Alemania recuperará la cordura
algún día.
Una vez Viktor Roth fallece, la acción se centra definitivamente en los
personajes de Freya, Martin y Fritz. Antes del internamiento de Viktor,
Martin había conseguido atravesar los Alpes y pasar a Austria. Fritz en
cambio ha ido subiendo en el escalafón nazi. Ahora Amelie quiere escapar
a Austria con Freya y su hijo pequeño. Sin embargo, en la frontera
Freya es retenida por llevar con ella un manuscrito de un tratado de
fisiología escrito por su padre. Los nazis no pueden permitir que un
libro que dice que los seres humanos tenemos la misma sangre pueda ser
publicado. Por fortuna para Freya, Martin cruza la frontera en su busca e
intenta volverla a pasar con ella. Sin embargo los nazis, al mando de
Fritz los persiguen. No voy a contar lo que ocurre, pero la secuencia
final es la de Otto (Robert Stack), uno de los hijastros de Viktor,
contemplando la vacía casa familiar y recordando los pasados tiempos
felices. Entonces el mismo narrador del comienzo de la película recita
una especie de salmo: Entra en la oscuridad y tiende la mano a Dios. Eso será mejor que cualquier luz y más seguro que cualquier camino.
Ese final apelando a la Divina Providencia, los llamamientos a la
tolerancia del personaje de Viktor Roth, incluso cuando está prisionero
en el campo de concentración, y la ausencia total de cualquier
referencia a la intervención directa para detener a Alemania, me hace
pensar que los productores no querían molestar a nadie. La Metro Goldwin
Mayer intentó que la película no fuera muy polémica para el público
alemán. Es curioso notar que en ningún momento de la producción se dice,
o se muestra de forma clara, que Viktor Roth es judío. Siempre se
utiliza el término "no-ario" y sólo el apellido Roth, y las mangas con
la "J" nos da una pista de su origen. Sin embargo no le sirvió de nada
ya que el régimen nazi prohibió la distribución de cualquier película de
la MGM en suelo alemán. Tampoco parece querer molestar al sector
aislacionista norteamericano ya que no eran pocos los que pensaban que
no se debía de intervenir en la guerra de Europa y que esa contienda
acabaría arreglándose por si sola. Está claro que se equivocaron por
completo.
TÍTULO ORIGINAL | The Mortal Storm |
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AÑO | 1940 |
DIRECTOR | Frank Borzage |
GUIÓN | Claudine West, Andersen Ellis, George Froeschel (Novela: Phyllis Bottome) |
MÚSICA | Edward Kane |
FOTOGRAFÍA | William Daniels (B&W) |
REPARTO | Margaret Sullavan, James Stewart, Robert Young, Frank Morgan, Robert Stack, Bonita Granville, Irene Rich, William T. Orr, Maria Ouspenskaya, Gene Reynolds, Russell Hicks, William Edmunds, Esther Dale, Dan Dailey, Granville Bates, Ward Bond |
PRODUCTORA | Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) |
SINOPSIS | Victor Roth es un profesor universitario que vive tranquilamente con su familia en un pequeño pueblo del sur de los Alpes alemanes. Pero, cuando Hitler llega al poder (1933), los Roth, como todas las familias de origen judío, se ven obligados a separarse. Además Roth ve cómo su carrera se arruina y cómo sus hijos varones apoyan el nacionalsocialismo. En cambio, su hija Freya (Sullavan) y su prometido Martin (Stewart) ven con claridad meridiana que la única salida es huir del país. |
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