A punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados combaten
para acabar con los últimos reductos de los alemanes en territorio
francés. El teniente Loggins comenzará a cortejar a la guapa Monique en
cada uno de sus permisos.
Película, casi desconocida y bien difícil de hallar en cualquier medio.
La historia que cuenta sobre un trío amoroso, dos hombres y una mujer en la Francia de la II G.M.
La mujer, preciosa joven (Natalie Wood) y los hombres, un oficial y un sargento (Frank Sinatra y Tony Curtis) del ejército de los EE.UU. liberando la Francia ocupada por los alemanes.
El primero se enamora de la joven, pero como él mismo confiesa nunca fue un buen partido, de ahí que haya llegado a una edad madura sin unirse a ninguna mujer: no suscita interés sensual en ellas; su sino es el del hombre que ama pero suele ser rechazado, del hombre al que las mujeres sólo desean como amigo, no como macho amante. El segundo, un joven y guapo sargento, es todo lo contrario: cautivador, explosivo, simpático, atrevido; así, nada más verlo, la muchacha se queda prendada de él.
La película presenta dos tesis:
La 1ª es tan vieja como las relaciones entre hombres y mujeres: ¿por qué será que los hombres buenos no le gustan como amantes a las mujeres y en cambio a más golfos, malvados y sinvergüenzas son los hombres, más se quedan prendadas y enamoraditas perdidas de ellos? Por su puesto, luego pasa lo que pasa, pero hasta que llega el tiempo de las decepciones, ¡qué le quiten a ellas lo bailado, la pasión y el goce sentidos, experimentados con dichos rufianes!
La 2ª es sobre el racismo imperante en la primera parte del siglo XX entre la gente blanca de los EE.UU. hacia las personas de raza negra; en concreto sobre el recelo que producía el que un hombre blanco entablase una relación seria y responsable de amor con una mujer negra o descendiente de progenitor negro.
En verdad esta película en blanco y negro resulta sabrosa de contemplar, muy delicada, atractiva, espléndida en su desarrollo. Muy recomendable.
La mujer, preciosa joven (Natalie Wood) y los hombres, un oficial y un sargento (Frank Sinatra y Tony Curtis) del ejército de los EE.UU. liberando la Francia ocupada por los alemanes.
El primero se enamora de la joven, pero como él mismo confiesa nunca fue un buen partido, de ahí que haya llegado a una edad madura sin unirse a ninguna mujer: no suscita interés sensual en ellas; su sino es el del hombre que ama pero suele ser rechazado, del hombre al que las mujeres sólo desean como amigo, no como macho amante. El segundo, un joven y guapo sargento, es todo lo contrario: cautivador, explosivo, simpático, atrevido; así, nada más verlo, la muchacha se queda prendada de él.
La película presenta dos tesis:
La 1ª es tan vieja como las relaciones entre hombres y mujeres: ¿por qué será que los hombres buenos no le gustan como amantes a las mujeres y en cambio a más golfos, malvados y sinvergüenzas son los hombres, más se quedan prendadas y enamoraditas perdidas de ellos? Por su puesto, luego pasa lo que pasa, pero hasta que llega el tiempo de las decepciones, ¡qué le quiten a ellas lo bailado, la pasión y el goce sentidos, experimentados con dichos rufianes!
La 2ª es sobre el racismo imperante en la primera parte del siglo XX entre la gente blanca de los EE.UU. hacia las personas de raza negra; en concreto sobre el recelo que producía el que un hombre blanco entablase una relación seria y responsable de amor con una mujer negra o descendiente de progenitor negro.
En verdad esta película en blanco y negro resulta sabrosa de contemplar, muy delicada, atractiva, espléndida en su desarrollo. Muy recomendable.
TÍTULO ORIGINAL | Kings Go Forth |
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AÑO | 1958 |
DIRECTOR | Delmer Daves |
GUIÓN | Merle Miller |
MÚSICA | Elmer Bernstein |
FOTOGRAFÍA | Daniel L. Fapp |
REPARTO | Frank Sinatra, Tony Curtis, Natalie Wood, Karl Swenson, Leora Dana |
PRODUCTORA | United Artists |
SINOPSIS | En agosto de 1944, tras el desembarco de Normandía, dos soldados americanos (Sinatra y Curtis) se disputan el amor de una joven mestiza (Natalie Wood), que no es exactamente lo que aparenta ser. |
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